jueves, 15 de diciembre de 2011

13ª ETAPA




              Viendo que la ruta era la numero 13 o decimotercera, que es la manera más correcta de decirlo, tenía mis dudas de que esta semana saliera la ruta bien.
Al final de la ruta anterior quedamos que posiblemente nos saliéramos del pueblo. Conchi propuso ir a Montemayor. Allí conocía un bar que había unos flaqmenquines muy grandes y podríamos ir a probarlos, pero tenía que ser el jueves, puesto que Pepe tenía guardia el viernes. Nos llamamos el mismo jueves y quedamos. Se incorporaron por primera vez algunos miembros de la familia. A la hora prevista llegamos a Montemayor. El bar no era muy grande, pero para nosotros perfecto. Nos sentamos y nos trajeron unas cervecitas mientras llegaba el resto de la gente. Estaba deseando ver esos flamenquines tan grandes. Como Santo Tomas, hasta que no los vea no me lo puedo creer. Me señalaban como serían, aunque estaba feo señalar, y nos reiamos.
Pero de pronto pasó. ¡Que vienen, que vienen!, exclamo Pepe. Sí, un flamenquin que habían pedido en la mesa de al lado. No me lo podía creer. El camarero lo llevaba con las dos manos , porque con una se le podía caer .Pedimos, por supuesto un frito variado, que allí se llama un combinado especial. Era una montaña de calamaritos , de croquetas,y el san Jacobo , que era una manta, ni se veía. Hicimos un pacto. El primero que se ria cuando venga el flamenquin, pagaría la cuenta. Nos lo comimos todo. Tomamos café y postres también exquisitos. La relación calidad-precio es excelente. Quedamos que teníamos que volver otra vez , y lo antes posible.

BACUS


Pdta. Como esto se ha escrito después del partido, ese que llaman clásico y que quedaron 1-3, coincide que es la 13ª etapa. Esto por si lo lee algún madridista.





jueves, 8 de diciembre de 2011


Como podréis observar, cada vez se van introduciendo otras tapas en la ruta, y es que, aunque el jamón sea de pata negra, si lo comes todos los días, también te “jartas” .
En todos los establecimientos en los que pongan nuestro plato, por el cual hicimos el blog, lo consumiremos para su evaluación, pero también lo haremos con las otras tapas.
Como dijo Jesús: no solo de frito variado vive el hombre/mujer.




miércoles, 7 de diciembre de 2011

12ª ETAPA



Esta semana hemos estado a punto de no hacer la ruta. Los motivos, los resfriados. Le echamos valor al asunto y nos fuimos.
Era jueves por la mañana y aun no había decidido donde ir. Pensé, sin leer el comentario que había dejado Pepe en el blog de ir al Berlanga, coger la acera derecha de la avenida Andalucía y visitar el bar Parque puesto que la semana anterior estuvimos en el bar Hisa. El próximo iremos al Berlanga a probar esas patatas con alioli y también el frito, por supuesto.
Llegamos al parque escalonados. Con la cerveza de entrada nos invitaron a una tapita de callos.
La mitad de los miembros dijeron que esta semana no le apetecía cosas de frito, La otra mitad seguían con el régimen alimenticio. La cosa es que me quedé solo.
Pidieron montaditos y brochetas de pescao. Yo, siguiendo con mis principios y mi estomago, pedí una ración de calamaritos, porque frito variado no había. Por tanto la noche de ruta se quedó un poco descafeinada. Al final todo bien, el precio y el vino.
Esta semana no ha dado más de sí.

BACUS


martes, 29 de noviembre de 2011

11ª ETAPA




He pasado una semana muy mala. Si, lo he pasado muy mal. La cabeza no dejaba de darme vueltas, después  de lo que pasó el viernes pasado. No me lo puedo creer después de varios días. Siempre me rondaba lo mismo. ¿Le teníamos que haber comentado algo de lo que nos pasó al dueño del establecimiento?  ¿Sería bueno para su negocio que él lo supiera? ¿Era esa las formas de presentar los platos de gambas? ¿Y las mesas, con esos manteles? El fotógrafo ha sido demasiado generoso en presentar esas fotos en el blog. No. No le dijimos nada. Solo pagamos y nos fuimos cantando bajito. Algunos dijeron que esto era lo mejor, y no volver más. Tengo mis dudas. ¿Qué se puede hacer en estos casos? Creo, que según te coja el cuerpo.
Era miércoles por la mañana. Estuve a punto de darme de baja por depresión. Sí, por depresión.
Era  miércoles por la noche. Me fui al bolero. Me tomé un par de medios, y así acabé con mi depresión y todas las cosas raras que pasaban por mi cabeza
El jueves por la mañana, con la visita de un miembro, comenzamos a vislumbrar donde iríamos el próximo viernes de ruta. Lo decidimos. Al bar HISA. Buena idea. Hacia tiempo que no lo visitábamos. Desde  el verano, con los caracoles
Llegamos a la hora prevista. El bar estaba casi lleno. Había un buen ambiente de tapeo. La cosa empezó bien con  unas cervezas. Todo iría bien. Bien atendidos, nos comimos unos riñoncitos de cordero y unas berenjenas a la miel  para empezar. Algunos miembros se han puesto a régimen y hay que pedir algo a la plancha. Ustedes perdonen. Después vino nuestro frito variado. Pepe  lo había visto en la carta nada más que llegar.
Estaba bien, solo cuatro variedades y patatas. Dos de pescado y dos de carne. Bien de fritura y bien presentado. Supo a poco. No por el sabor, sino por la cantidad. A la bandeja le hubiera cogido unas rodajas más de calamares y alguna croquetilla más. A mi entender un poquito caro, pero todo muy bueno.
El vino, de lo mejor, gran barquero. Una salvedad, la media nos la trajeron sin etiqueta y recién llenada de la garrafa. Lo venderán así. A otros miembros no les gustó. Pedimos una botella tinto. Pero en fin, hablaremos del vino otro día y más despacio.
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  BACUS

martes, 22 de noviembre de 2011

10ª ETAPA

Vayan observando la foto, que la décima etapa viene calentita. Atentos a la crónica de BACUS.






10ª ETAPA "LA IMPRESENTABLE"




Leídos los comentarios de la novena etapa sobre la búsqueda del Santo Grial de los fritos variados, y viendo el optimismo que relata Pepe sobre la mariscada variada, tengo que definir esta semana como desastrosa. No sé como será el Grial ese, pero lo que nos pusieron, seguro que no se parece en nada. IMPRESENTABLE.
 Sí, realmente impresentable. No se ocurre otro adjetivo que defina mejor esta noche de ruta.
Principiemos como diría mi amigo el Fresco. Por la mañana quedamos en ir a un bar que estaba cerrado, y que felizmente lo habían recuperado para la ruta del frito variado. Otro lugar para visitar. Lo visitamos y nos arrepentimos.
Llegamos a la hora prevista. Al fotógrafo se le olvidó la cámara de fotos. La recuperamos. Menos mal. Nos sentamos. Nos atendió una voluntariosa camarera. No había carta de platos. Nos trajeron abundante pan y lo dejaron caer en unos blancos manteles de papel. Las mesas no pegaban bien. El primer tubo de cerveza se cayó en la falda de mi mujer .Empezamos bien.
De viva voz nos dijeron las tapas que tenían. Elegimos varios platos, entre ellos unas gambitas, para después seguir con los fritos. Preguntamos por el frito variado. No había. Solo raciones y medias raciones. Pedimos. Probadas las gambas, algunos miembros dijeron que no le gustaban, que tenían un gusto raro. Se le dijo a la camarera. Pregunto en la cocina y las retiró de la mesa. Sin haberlos pedido nos trajo otros platos de gambas que habían cocido sobre la marcha. Eran tan chicas, que no eran gambas, sino camarones grandes. Las cabezas rotas. Eso era un amasijo de gambas. Mal presentado. En fin, un desastre. No se podían comer. Las prisas no son buenas consejeras. Algunas veces es mejor decir que no. Con lo que cuesta levantar un negocio y tirarlo por unas gambas.
 Esta semana me disponía a hablar del vino, pero no puedo. No sé de donde sería el vino, pero las tres copas que nos trajeron, se quedaron llenas. Horrible. Otro día hablaremos. Nos ofrecieron beber algún tipo de licor. No lo aceptamos. Coño, no habíamos cenado nadie. Pagamos. Nos fuimos a cenar a otro bar, que visitaremos mas adelante, puesto que vimos en la carta que allí sí había frito variado.
 En fin, una noche para olvidarla pronto. Seguiremos buscando el Santo Grial por otros derroteros.

 BACUS

domingo, 20 de noviembre de 2011


A un lugar de la campiña, de cuyo nombre no quiero ni acordarme, acudimos nuestras mercedes a tapiñar en una, al parecer, no muy buena noche. Después de observar, dicho séase de paso, la carencia de servilletas y diferencia de tamaño de los utensilios utilizados para no tener que usar las manos, pedimos, con una sonrisa que nos llegaba de oreja a oreja, y para empezar, dos raciones de gambas, sin saber que ahí empezaría a achicarse nuestras sonrisas. Olían las “gambas” (digo gambas porque fue lo que nuestras mercedes pedimos) desde no muy cercana distancia, pero más que a marisco, un servidor diría que olían a aceitunas recién aliñadas, por su desinfectante olor a lejía. Y que contar a vuestras mercedes del tamaño, que aunque alguien dijo que el tamaño no importa, ¡joder! en este caso no digan vuestras mercedes que no.

La primera hornada la tuvimos que desechar y devolverla a su panteón. Raudo y veloz la tabernera nos trajo otra hornada, recién hecha, que diferenciábase de la primera en que no olía a lejía, pero tampoco a marisco, o sea, inolora e insípida por mas. En fin dejo el resto de la crónica a mi compañero, maese BACUS, quien seguro que apoyará mis argumentos.