Viernes por la tarde. Deseando cerrar el negocio y nervioso porque las horas no corrían lo suficiente para la deseada visita al bar elegido y así saborear una copita de vino y el esperado primer frito variado de la temporada. A los acordes de una charanga que iba caminando y tocando por la calle Fuente Álamo, para otro evento, por fin llegamos a la terraza de al Unión.
Después de mirar y revisar la carta nos encontramos que no tenían fritos variados. Preguntando al camarero, nos dice que llevan cinco años que lo quitaron de la carta.
A continuación nos manifestó que lo habían dejado por falta de freidoras ( mezcla de sabores), falta de tiempo (mucha clientela), y falta de personal.
Le pedimos que nos colocara cuatro raciones de pescado en una sola fuente.
Nos dijo que no podía ser, que era mal ejemplo para el resto de clientes que pudiesen verla.
Solo existían raciones o medias raciones.
Me sentí fracasado porque era el responsable de elegir el bar donde nos reuniríamos
todos los viernes.
Por fin nos bebimos otra media botella (del vino hablaremos otro día), nos vinimos un poquito arriba cuando degustamos la medias raciones. Y así se acabó la noche, esperando que el próximo viernes sea un poquito mejor.
BACUS
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